Abominable racismo desde un pasquín opositor
- *Luis Camilo Romero
- 28 ene 2018
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Abominable racismo desde un pasquín opositor
*Luis Camilo Romero
Recientemente el periodista y escritor boliviano Jorge Mancilla Torres, Coco Manto, calificó de “abominable” la publicación de Alasita del pasquín paceño Página Siete que, con su clásico estilo de sarcasmo, ofende a mujeres de la esfera política del país.
De igual modo las diputadas Gabriela Montaño, Nélida Sifuentes, Juana Quispe y la ministra de Comunicación, Gisela López, advirtieron con iniciar un proceso legal por racismo y discriminación si el diario Página Siete no saca de circulación su edición de Alasita, en la que denigra a las mujeres. Este matutino aliado a los sectores opositores del país sacó a la venta su edición en miniatura por la fiesta de la Alasita, que muestra los rostros de autoridades y dirigentes campesinas con el titular de "Las Malcogidas" y también hace referencia a la repostulación del presidente Evo Morales en las elecciones de 2019.
Según Coco Manto en los años sesenta del siglo pasado se componían periodiquitos de Alasita en los que se desplegaba “talento, gracia, picardía y propiedad miniaturista para prestigiar esa gran tradición del diarismo boliviano. Todo en chiquito y con chispa”, y no tanta descarga hormonal viciada de componentes racistas.
Coco, sin pelos en la lengua, afirmó que “los autores de esa porquería no son periodistas. No pueden ni deben. Son burdos acomplejados psíquicos incrustados en una imprenta editorial, resentidos en el grado más bajo de la bastardía”, si a ellos les tocarían en su “dignidad”, nos imaginamos cómo estarían chillando, seguramente acudiendo a sus amos del norte como es la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP.
En otro párrafo de su escrito, Coco señala “¿Para hacer eso empujaron la abrogación del Código aquel de ética, para exhibir tamaña cobardía, guarecidos en una fementida libertad de expresión? ¿Y aquellas damas de Mujeres Creando, que aparecían tan puntuales y punzantes cuando se tocaba a una de su género, tendrán opinión en este abominable caso?".
En realidad se trata poner en medio el delito de racismo, porque se vuelto a cometer un delito grave que no pasa por una broma sino muestra una mirada sexista, machista y misógina de las mujeres que, además está entremezclada con una posición política partidaria que "mella la dignidad y donde desprestigia nuestra imagen.
El racismo entra de nuevo como componente de las confrontaciones que estamos sufriendo con mayor fuerza desde aquel 21-F, racismo que se ha hecho tan común en nuestro cotidiano vivir, esa dificultad de entender al otro que está realizando esfuerzos para que se respeten sus derechos pisoteados.
El juicio hacia algunos medios de comunicación debería servir para que las instituciones dedicadas a la defensa de los derechos de la mujer, salgan a denunciar el delito cometido, ya que esa conducta sintetiza el pensamiento racista colonial de gran parte de estos medios y en particular de este tipo de pasquines, para quienes el gobierno y Evo Morales, efectivamente son el problema.
El racismo colonial, abre un nuevo campo de debate, ya no podemos aceptar que bajo el manto de una cultura de la miniatura, el periódico Pagina Siete, disimule con esa disculpa que de hecho, el gobierno y otros sectores lo han rechazado rotundamente cuando dice: “Nuestro periódico practica un profundo respeto por todas las personas; sentimos mucho haber dado un mensaje que no corresponde a nuestros principios".
Al ver esa otra ofensa a las mujeres nos recuerda el episodio de Sucre y las expresiones más burdas del racismo contra nuestros hermanos campesinos en ese hecho del 24 de mayo de 2008 y son ellos que al igual que Evo, resisten las expresiones de ese racismo y la colonialidad y con dignidad muestran al mundo que su identidad y el respeto a su condición están por encima y que siempre la defenderán.
Un germen extraño de la violencia con carga de racismo se apoderó en los mismos medios de comunicación y las redes sociales. Sabemos dónde está la derecha colonial, eso es lo importante, los lobos pueden seguir tapados con piel de cordero, pero sus colmillos se ven donde sea y son inconfundibles. Es tiempo de desterrar esas formas de exclusión con actitudes transparentes, sin poses.
¿Qué podemos esperar de estos medios aliados a la conspiración? Sinceramente nada y estamos seguros que no prosperarán con esas actitudes; por tanto, más bien tenemos que estar firmes y consecuentes en apostar por un país que quiere construir justicia en unidad y sobre todo con dignidad sin discriminación.
*Camilo Katari, es escritor e historiador potosino