top of page

San Ignacio – Puerto Ganadero – Trinidad estarán unidos por una carretera asfaltada

  • Redacción central
  • 5 dic 2016
  • 3 Min. de lectura

En noviembre de 2017, las poblaciones de San Ignacio y Puerto Ganadero, estarán unidas por una carretera asfaltada, que hoy es construida bajo la responsabilidad de la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC).

El Gerente regional de la ABC – Beni, Luis Fernando Zelada, explicó que este proyecto está dividido en dos tramos, el primero: San Ignacio – Fátima, y el segundo: Fátima – Puerto Ganadero, en los que ya se van terminando los últimos volúmenes de terraplén, y empezando el colocado de la sub-base.

Al momento, se ha colocado la mayor parte de la sub-rasante mejorada, y también se termina la colocación de las últimas alcantarillas del proyecto, que son absolutamente necesarias por las inundaciones pues es el sector más bajo que se tiene entre San Ignacio y Trinidad.

“Son unos 30 kilómetros de áreas propensas a inundarse, que tenemos que atravesar con alcantarillas y puentes, es un sector bastante difícil, no sólo por las inundaciones, sino también por la distancia que tenemos a los bancos de agregados y materiales áridos.

Con el fin de obtener el material que se está utilizando, deben recorrer alrededor de 300 kilómetros de distancia, para la capa base se traslada material desde Charal, para la capa sub-base desde Yacumita, para los hormigones se traslada el material desde Rurrenabaque, todo se está procesando en Santa Elisa, en Santa Cruz a 170 kilómetros de Trinidad, “Son diferentes los obstáculos que se están superando, entre ellos; son las aguas que permanecen casi seis meses en todo el sector del proyecto, pero pese a eso continúa en ejecución”, sostuvo el Gerente Regional.

El tramo “1” de la carretera contiene 96 alcantarillas de diferentes secciones, de las que 89 ya están construidas, y faltan siete, mismas que permitirán el curso de las aguas de un lado a otro.

En el tramo “2”, se está gestionando un contrato modificatorio para un incremento de 20 por ciento, porque se requiere mayor cantidad de alcantarillas, para ello se necesitan más volúmenes de terraplén y por otras modificaciones que ha tenido el proyecto.

“El estudio TESA data de 2005, en 2013 se hizo un estudio de actualización, sin embargo, en 2014 se tuvo un evento extraordinario, por lo que se reajustaron todas las alcantarillas, principalmente del tramo dos, y por el cambio de normativa, se hicieron ajustes en señalizaciones, ancho de calzadas, ancho de las bermas, y otros”, explicó Zelada.

Se cuenta con un ancho de calzada de siete metros, y un ancho de bermas de 1.50 metros, el espesor de la carpeta asfáltica es de cinco centímetros con un segmento asfáltico modificado con polímeros, son segmentos de última generación que permiten tener mayor ductilidad en los asfaltos para climas cálidos, evitando así la presencia de fisuras por temperaturas muy elevadas.

Toda la estructura está compuesta por un metro de material pétreo, una sub-rasante mejorada de 40 centímetros, una sub-base de 30 centímetros, una capa base de 20 centímetros y la carpeta final de cinco centímetros en la calzada principal, y la carpeta de tres centímetros en las bermas. El terraplén tendrá al final uno o dos taludes y con protección de material arcilloso y una capa vegetal que permitirá que crezca el pasto.

“Actualmente en el tramo, tenemos tres puentes, dos de 30 metros y uno de 130, que serán mantenidos para que trabajen de manera solidaria a las alcantarillas, garantizamos que con estas obras, esta carretera no va a causar ningún tipo de problemas para el sector ganadero, que son los que más se preocupan por las inundaciones”, expresó.

El contrato inicial contemplaba 530 millones de bolivianos financiados por bonos del Tesoro General de la Nación, un 10 por ciento por la Gobernación del Beni, para el tramo “2” se prevé un incremento de un 20 por ciento, aproximadamente 59 millones de bolivianos, por las modificaciones que está sufriendo el proyecto, porque este sector es el más castigado por las inundaciones.

Zelada manifestó su preocupación por que no existiría una cultura de respetar las normas, ya que se cortan las trancas en algunas ocasiones para precautelar las obras, pero muchos desobedecen estas disposiciones en perjuicio del proyecto, por lo que pidió algo más de tolerancia hasta que se concluya este trabajo.

Kommentarer


bottom of page