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El 10 de noviembre se conmemoró los 206 años de la rebelión mojeña

  • Redacción central
  • 14 nov 2016
  • 4 Min. de lectura

Al pie del monumento al prócer nacional y de la región, Pedro Ignacio Muiba, autoridades del departamento a la cabeza del Gobernador Alex Ferrier; Yáscara Moreno, Presidenta de la Asamblea Legislativa Departamental, Secretarios de las distintas carteras de la Gobernación, asambleístas, dirigentes campesinos, y Fuerzas Armadas, entre otros, rindieron homenaje a los 206 años del levantamiento indígena de la región de Moxos encabezada por el líder indígenaPedro Ignacio Muiba, quien dirigió esa gesta contra el colonialismo español, en el inicio del acto se brindó una ofrenda floral al pie de la estatua.

Diferentes instituciones públicas, privadas, educativas y culturales, a la cabeza de la Gobernación del Beni, recordaron este hecho histórico que se dio un 10 de noviembre de 1810, la rebelión indígena liderada por Pedro Ignacio Muiba, Gregorio Gonzales, José Bopi y otros, se levantaron contra el yugo español en las poblaciones de Loreto y Trinidad.

“Pedro Ignacio Muiba, es la expresión rotunda del valor indígena en su afán de libertad. Este legado de lucha, de espíritu transformador de los indígenas de nuestra tierra, se ha mantenido en el tiempo”, dijo Ferrier.

En el acto central, se entonaron el himno nacional y el himno a Beni, posteriormente a las palabras alusivas, expresadas por el Gobernador Alex Ferrier, se dio inicio al paso de las ofrendas por parte de los representantes de entidades cívicas, campesinas, escolares y de la Gobernación.

Pedro Ignacio Muiba Héroe de la Independencia

Por: Daniel Bogado Egües (Historiador e investigador beniano) *

Los pueblos indígenas del actual Beni, han contribuido a la configuración de la identidad del ser mojeño – beniano, sin embargo, la historia nacional y departamental aún no ha reconocido plenamente el protagonismo de hombres y mujeres que ofrendaron sus vidas por la independencia tanto del yugo español como de los vecinos portugueses.

Uno de estos héroes es Pedro Ignacio Muiba, indígena trilingüe que hablaba perfectamente su idioma nativo, español, además del latín. Después de la expulsión de los jesuitas, los pobladores de Moxos, quedaron en manos de cruceños y portugueses. El mismo Gobernador Lázaro de Ribera denunciaba a los curas: “¿Qué párroco de Moxos no ha saqueado la provincia, vendiendo los intereses más respetables del Rey a los dominios de Portugal?” (Carvalho 1977).

Los indígenas que se quedaban en los pueblos, eran utilizados para realizar trabajos duros e inhumanos, mayormente los hombres eran “contratados” como remadores pero el pago lo recibían los curas y las mujeres las llevaban para servicios domésticos, recibiendo como pago latigazos y humillaciones por parte de los nuevos conquistadores “carayanas”. Al respecto Moreno (1973) escribe lo siguiente:

“Se eximían de socorrer a los tripulantes ni con especies para su manutención. De vuelta a cuarenta pesos la canoa carguera con diez y seis remeros, Sesenta días de remar de ida y vuelta por cuarenta pesos! Pero entiéndase que son 40 pesos pagados al cura. El indio tenía que llevar su tapeque o comida; dejaba sus chacritas y a su mujer, y a sus hijos, etc.”.

Esta situación, colmó la paciencia de los indígenas mojeños y se rebelaron contra los administradores a través del caudillo mojeño Pedro Ignacio Muiba, quien no estaba conforme con este sistema opresor. El 10 de noviembre de 1810, Pedro Ignacio Muiba protagoniza un levantamiento masivo con el apoyo de José Bopi, los pueblos de Loreto y Trinidad, su tierra así lo afirma Moreno, “El 28 de octubre de 1810, los loretanos se negaron a tripular unas canoas que partían conduciendo la familia y equipaje del gobernador, sin embargo el gobernador y los curas se encargan de castigar a los desobedientes” (Gabriel René Moreno, 1973).

La gesta revolucionaria de Pedro Ignacio Muiba estaba sustentada en esta proclama:

“El Rey ha muerto, nosotros seremos libres por nuestro propio mandato. Las tierras son nuestras por mandato de nuestros antepasados a quienes los españoles le quitaron” (Natusch, 1982 en Lijerón op.cit).

Pedro Ignacio Muiba logró la gobernación autónoma de Trinidad y Loreto, pero esto no duró más de dos meses, pues el Gobernador Urquijo, convenció a los canichanas a la cabeza del Cacique Juan Maraza para sofocar este levantamiento. En enero de 2011 Trinidad fue sitiada y masacrada, y Pedro Ignacio Muiba fue asesinado en las cercanías del río Mamoré y su cabeza expuesta en una picota en la plaza de San Pedro para que sirviera de escarmiento (Lijerón, 1998:66).

Por mucho tiempo, la historia de Bolivia ocultó este episodio donde participaron activamente los indígenas mojeños en la gesta libertaria. El escritor cruceño Gabriel René Moreno escribe parte de estos levantamientos en Mojos, pero no reconoce a Pedro Ignacio Muiba como el líder libertador. Sin embargo el escritor beniano Antonio Carvalho Urey (1977) realza la gesta libertaria encabezada por el indígena mojeño Pedro Ignacio Muiba. Después de largas gestiones ante la Honorable Cámara de Diputados y Senadores, se reconoce oficialmente a Pedro Ignacio Muiba como Héroe Nacional. La ley fue promulgada el 28 de noviembre del 2,000, y dice en su Artículo único:

Declarase Héroe de la Independencia Nacional al Cacique Pedro Ignacio Muiba, por haberse rebelado contra la monarquía española en Trinidad, provincia de Mojos, el 10 de noviembre de 1810. Debiendo figurar su nombre en todos los textos de historia boliviana, como uno de los próceres de nuestra nacionalidad.

En nuestro país, cuántos trámites se deben realizar para reconocer a los verdaderos protagonistas de la historia. Sin embargo, se ensalza la vida y obras de los presidentes que han gobernado nuestro país desde 1825, como si nuestra historia recién comenzara con la independencia de la corona española.

El ejemplo de Pedro Ignacio Muiba y de muchos indígenas tanto de tierras altas como de tierras bajas nos debe conducir a re leer nuestra historia, con una óptica incluyente, valorando el accionar de los pueblos indígenas desde la época pre hispánica hasta el momento actual que nos siguen dando lecciones de valor, resistencia y autodeterminación. La lucha por la libertad, fue la brecha que dejara Pedro Ignacio Muiba a sus descendientes que protagonizaron la Marcha pacífica más grande de la historia de Bolivia en 1990, exigiendo Territorio y Dignidad.

*Licenciado en Filosofía y Magister en Ciencias Sociales mención Antropología. Docente investigador de la Universidad Autónoma del Beni. Apoya al movimiento indígena del Beni por más de 25 años. Email: bogado_beni@yahoo.com

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