Alcalde de Trinidad utiliza personal y bienes del Estado para actividades políticas
- Redacción Central
- 18 abr 2016
- 2 Min. de lectura

La capital beniana aún no sale del estado de conmoción y crisis en que dejaron anteriores gestiones, preocupadas más por satisfacer a sus militantes que por cubrir las necesidades de la población. Ni los extensos mandatos del ex alcalde Moisés Shriqui, ni los interinatos obsecuentes cambiaron un milímetro el clásico y perjudicial estilo de conducir la nave municipal trinitaria.
Ahora, después de una rendición de cuentas inconsistente y al cabo de diez meses de gestión, la extraña coalición entre emeneristas y demócratas, repite el libreto y no muestra señales de cambio de mentalidad y de progreso técnico administrativo.
El Alcalde Mario Suárez, al inicio de su gestión ofreció una Auditoría Técnica y dijo que “Daría a conocer por los medios de comunicación, el estado en que encontraba la Alcaldía”.
El Concejal Rosas, correligionario del burgomaestre fue más allá, afirmó que solicitó una Auditoria al ejecutivo y al legislativo municipal, incluso mencionó que der ser necesario, la Contraloría podría encargarse del trabajo.
Los anuncios, el cambio de color, ni la alianza resultaron una buena fórmula; “Trinidad necesita autoridades que administren los recursos del Municipio con honestidad y transparencia”, disciernen los habitantes de la Capital. Utilizar los bienes a favor de un partido político o de grupos de poder continuará sometiendo a los gobernados a una pérdida de valores y conduciéndolos por un camino de postergación y corrupción.
Según la Ley Nº 1178, Ley de Administración y Control Gubernamentales SAFCO, Artículo 28º: Todo servidor público responderá de los resultados emergentes del desempeño de las funciones, deberes y atribuciones asignados a su cargo. Artículo 31º: La responsabilidad es civil cuando la acción u omisión del servidor público o de las personas naturales o jurídicas privadas cause daño al Estado evaluable en dinero.
El jueves 7 de abril, Mario Suarez, Alcalde de Trinidad, en el marco de la Ley de Autonomías, promulga la Ley Municipal Nº 156/2016 de Plazas y plazuelas. Según la Ley, es esta plaza, solo está permitidos actos y homenajes cívicos, así como manifestaciones culturales, medioambientales, de salud y de beneficencia.
El 9 de abril, acompañado de concejales y funcionarios municipales, infringió la norma al realizar un acto político en la plaza Mariscal José Ballivián que según esta Ley, es de clase “A”.
En los festejos del Movimiento Nacionalista Revolucionario, utilizó personal del municipio o gendarmes, para armar y desarmar la tarima, a vista de todos, violando la Ley que establece la no utilización de bienes y personal del Estado.