Sequía y deforestación afectan a la Amazonía
Además de proteger la biodiversidad y proporcionar medios de vida humanos, los bosques también desempeñan un papel fundamental en el almacenamiento del dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero.
Los desastres naturales como la sequía y los incendios forestales desempeñan un problema cada vez mayor en los municipios del Beni y, según el diputado del Movimiento Al Socialismo, Braulio Gutiérrez, con el cambio climático son cada vez más frecuentes y severos.
“Proteger, restaurar y administrar los recursos forestales podría contribuir a evitar los peores impactos del cambio climático”, dijo el parlamentario que representa al amazónico Beni, en el marco del “Primer Encuentro de Proyectos del Mecanismo Conjunto de Mitigación y Adaptación en Bosques: Juntos contra el cambio climático”, que se desarrolló en la ciudad de La Paz los días 25 y 26 de junio.
Gutiérrez indicó que la región aguarda que los ministerios de Tierra y Medioambiente puedan diseñar una alternativa para proteger los bosques amazónicos, que cada año se van deforestando más, y mitigar los efectos de la sequía.
“Y estamos pidiendo también el diseño de proyectos en el tema de prevención de riesgos”.
El cambio climático está alterando la dinámica, la estructura y la función de la Amazonía boliviana, un bioma profundamente conectado al ciclo del carbono de la Tierra.
Las sequías severas en los municipios benianos, según Gutiérrez, son una de las potenciales consecuencias del cambio climático y podrían conducir a pérdidas forestales generalizadas.
De acuerdo con estudios internacionales, la selva amazónica se encuentra en riesgo de caer en un círculo de sequía y deforestación provocado por la acción humana y por la reducción de las precipitaciones en la región.
La tala ilegal ha devastado extensas zonas de la selva amazónica en los departamentos de Pando, Beni y el norte de La Paz.
Fotografías satelitales recientes advierten que vastas extensiones de bosque desaparecieron durante los dos últimos años en esos tres departamentos.
El comercio ilegal de madera, la expansión de los cultivos y la ganadería expansiva han dejado un bosque afectado.
