SAMUEL Y SU ÉTICA
La xenofobia se ha convertido en uno de los peores males de nuestro tiempo y de nuestro mundo. Los bolivianos residentes en varios países del mundo son un testimonio vivo de esta realidad.
La xenofobia, ese temor al otro diferente, no forma parte del catálogo de valores en el nuevo Estado Plurinacional, pero pese a eso un empresario hotelero, devenido en dirigente político, ha distribuido un “mensaje” a todo el país plagado de xenofobia demostrando su pensamiento retrógrado y cercano a lo que en política se denomina pensamiento fascista.
El empresario eterno candidato presidencial, a falta de propuestas, esgrime su pensamiento xenófobo para intentar su re-postulación como candidato presidencial con un llamado a la discriminación, en realidad esa es su ideología como buen burgués y la única manera de difundirla es a través de avisos pagados y claro en los medios de comunicación que son sus aliados.
Hablando de medios de comunicación, es bueno insistir en el papel de “reproductores” del pensamiento simple, un ejemplo cotidiano de esta afirmación lo constituye “la sagrada familia” de FIDES que insiste en su tarea des-informativa al igual que Página 7.
Son estos medios que amplifican el pensamiento conservador como el del empresario hotelero, con un spot televisivo por demás agresivo, como cuando ellos también difunden su “mercancía noticiosa”, enredados en un círculo muy vicioso que incluye a sus “caseritos” opinadores.
Volviendo al tema de la xenofobia, los residentes bolivianos en la Argentina están librando dura resistencia a las políticas migratorias del actual gobierno que tiene el discurso de: “los extranjeros nos quitan el trabajo”, exactamente repetidas por el xenófobo criollo.
Y es que la rearticulación del pensamiento conservador es continental, es una defensa coordinada y financiada para evitar los cambios que afectan sus intereses económicos y sus ideologías racistas, por eso sus actitudes más que políticas reflejan el pensamiento de una casta que se autoproteje cuando ve que su mundo se cae a pedazos.
Una de las características del colonizado es repetir de memoria la imposición del esquema racista como ordenador de la sociedad, esa práctica pigmentocrática que se adueñó de la mayoría de las nacientes repúblicas en el siglo XIX y que finalmente entró en crisis por la emergencia de los pueblos originarios.
Las viejas aristocracias económicas y sociales se rearticularon sobre la base de las dictaduras militares, y no pueden soportar las democracias radicales que las desplaza del poder.
Hoy nos encontramos en ese momento y en esta disputa la oligarquía desplazada del poder no puede hacer otra cosa que mostrar su verdadero rostro, como en el caso del empresario hotelero, el racismo y los discursos malagüeros acerca de la economía, el doble aguinaldo, el aumento de sueldos, que son repetidos una y cien veces (técnica Goebeliana) por sus medios de comunicación que instalan como “verdades” los pensamientos conservadores.
Los “mensajes” del empresario hotelero, son las ideas fuerza que luego serán repetidas como “verdades” sin ningún tipo de reflexión o mínimamente un análisis de consistencia (desaparecida de todos los medios de comunicación conservadores) de esta manera se amplifica el discurso racista que afecta directamente no al gobierno sino a la figura del presidente por su origen, y fomenta la violencia expresada en las redes.
Un verdadero medio de comunicación, responsable de su papel en la sociedad no debería permitir ese tipo de “mensajes”, por un simple principio ético, pero que podemos esperar de los medios de comunicación que son cómplices en esta estrategia de desgaste aplicado desde las oficinas del nuevo Plan Cóndor Neoliberal y del que forman parte, sobre todo Pagina Siete, al que ofreceremos un capítulo aparte.