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Chile minimizó hasta "la nada" un siglo de promesas de Estado para dar mar a Bolivia (Chem


La abogado de Bolivia, la francesa Monique Chemillier, hizo notar el jueves a los jueces de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, que Chile ha minimizado hasta la "nada" una veintena de compromisos y promesas de Estado de sus más altos representantes para restaurar la condición marítima de Bolivia durante más de un siglo. "Para Chile no ha ocurrido nada" y, lo peor, "a partir del año 2011 (su gobierno), simplemente cerró la puerta a una negociación", hizo notar a los magistrados de la CIJ. Tras invadir el entonces puerto boliviano de Antofagasta, Chile ocupó por la fuerza de sus fusiles el litoral boliviano de 400 km linesles y 120.000 km2 de territorios de desembocadura, en 1879. Con citas textuales en cascada, extraídas de informes al Congreso chileno, declaraciones de prensa y acuerdos expresos plasmados en documentos oficiales de intercambio bilateral, Chemillier dijo que, particularmente desde 2011, en el comienzo de la primera presidencia de Sebastián Piñera, Chile desvaneció sus promesas de Estado respecto de la demanda boliviana de negociar una salida soberana al mar formuladas por más de un siglo. Esto, frente a anteriores gobiernos, desde el de Arturo Alesandri (1920-1924), o de Gabriel González Videla (1946-1952) que se avinieron a un acuerdo con Bolivia durante el siglo XX, o la reflexión de Domingo Santa María, canciller chileno durante el gobierno de Aníbal Pinto, --que lanzó a sus tropas sobre Bolivia y Perú, entre 1879 y 1883-- y que pidió "no matar" al ecino invadido y, por el contrario, asignarle una puerta de calle para que salga y entre sin zozobra ni esperar la venia de alguien para hacerlo. Una veintena de promesas y compromisos de Estado entre 1920 y 2010 fueron factorizadas, convertidas en "conversaciones que no tenían mayor importancia, lo que no concuerda con la realidad", argumentó la letrada que defiende a Bolivia en el juicio marítimo plantado en La Haya y que apunta a que la CIJ obligue a Chile a negociar de buena fe, pronta y formalmente, una salida soberna al mar Pacífico. Chemillier deploró que Chile haya dado por traste, de un plumazo, todo lo hablado y obtenido, en el plano diplomático durante un siglo y más, en que Bolivia debió recuperarse pese a su mediterraneidad. La letrada gala subrayó, como incomprensible, "que no haya ocurrido nada y que todo lo que ha ocurrido no haya tenido impacto jurídico" para Chile. En el segundo alegato boliviano, después del formulado por el jurista iraní, Payam Akhavan, que refrescó a los jueces los aspectos generales del contencioso boliviano chileno, Chemillier repuso, como por contaste, que la legislación internacional contiene, empero,los preceptos para reparar tal extremo. "El derecho internacional abre las puertas que permiten corregir la flagrante injusticia que está en origen de este conflicto" boliviano chileno, argumentó. La jurista francesa dijo que la negativa reciente de Chile a ceder un paso soberano al mar a Bolivia, por territorios que le procuraron la guerra, a costa de la soberanía boliviana decimonónica y Perú, no consideró que en los 120.000 km2 de territorios de desembocadura al entonces mar boliviano de 400 km lineales de extensión, resultaron ser más ricos de lo que la "ambición" que motorizó su captura lo imaginaba. Tanto que "resultaron ser más ricos de lo que se previó y (ahora) sostienen el desarrollo de Chile", hizo notar. Chemillier pidió a la Corte imaginar las "condiciones especialmente catastróficas" para el comercio de los habitantes del oeste andino de Bolivia y también para los del este del país "tan lejos del Atlántico, tras la amputación del mar boliviano. Bolivia sufre del comercio exterior que impide su desarrollo, significó.


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