La justicia vuelve a manos de la oposición
Las mentiras tienen patas cortas y para muestra basta un botón. En las pasadas elecciones para elegir a los magistrados del Órgano Electoral del Estado Plurinacional de Bolivia, la oposición se encerró en una campaña de promoción del voto nulo intentando hacer creer que el actual partido de gobierno había armado todo para tener a su favor la justicia por los próximos cinco años, tiempo en el que ejercerán sus cargos los nuevos electos.
Salieron desde los líderes visibles hasta sus mandos medios, hablando del voto nulo, pero los personajes más oscuros, o los que se los conoce como los hombres o mujeres, para evitar el tema de género, que hacen el trabajo sucio trabajaron en el frente de votación, con los candidatos que los opositores les dieron el visto bueno en la elección previa de la Asamblea Plurinacional.
Utilizaron los medios de comunicación, los que se alinean a ese tipo de políticas, porque existimos otros que compartimos las políticas que llevan adelante el desarrollo del país, para amplificar desde las ciudades troncales y mostrar que la justicia entraba en una espiral de destrucción sin salida, que se venía una hecatombe.
Como decía, la mentira tiene patas cortas. Si bien el trabajo ante el pueblo o una sociedad era esa, la de alentar el voto nulo; sus más activistas sucios y triquiñuelos estaba trabajando con algunos candidatos para hacerlos magistrados y lograr que muchos de estos líderes no sean juzgados por los delitos que cometieron en los años que administraron el poder ejecutivo ya sea nacional, departamental o municipal y sigan levantando la bandera de la persecución política como lo hacen hasta ahora y lograr evadir las celdas carcelarias después de haber desfalcado al Estado Boliviano.
Una prueba clara de esta situación se vivió en el departamento del Beni, donde los candidatos tuvieron un amplio respaldo de los militantes o seguidores del político Ernesto Suárez, contra quien pesa una serie de procesos y los cuales hasta ahora no llegan a juicios, debido a esta forma de manejar la justicia, entre ayudas y compadreríos.
El pasado miércoles por la tarde, cuando el Órgano Departamental Electoral, declaró un cuarto intermedio en el cómputo, se vieron las caras de algunos activistas, denominados “VERDES” que fueron funcionarios de la Gobernación durante las administraciones de Ernesto Suarez y Carmelo Lens, dos ex autoridades, con proceso, apoyando al candidato Carlos Alberto Egüéz Añez, para el Tribunal Supremo de Justicia del Beni, a quien supuestamente tildaban de candidato oficialista o del Movimiento Al Socialismo; en el otro lado de la sala se encontraba otro grupo de los también “VERDES” ex trabajadores de la administración, Suarez – Lens, apoyando a la otra candidata al Tribunal. Mariana Montenegro, quien además contaba con el asesoramiento del abogado de confianza de las dos ex autoridades departamentales.
Es decir, los opositores, mediante sus líderes, trabajaron de frente y con cara falsa a la población para que una parte vote nulo, pero por debajo ya tenían listo los votos para sus candidatos que una vez más evitaran que las ex autoridades purguen sus culpas y sigan levantando las banderas de la persecución política cada vez que fiscales y directores de transparencia inicien procesos.
Con este panorama, Una vez más se muestra que la oposición vuelve a utilizar las viejas mañas para empoderarse de la justicia, como hicieron en las pasadas elecciones y tuvieron como su hombre de lucha a Gualberto Cusi a quien defendieron y con quien quisieron mantener las viejas y anacrónicas estructuras judiciales que tanto daño le hacen al país.
En el Tribunal Supremo de Justicia del Beni, entre quien entre, tendrá que pagar una vez más la factura de haber sido apadrinado por los líderes opositores o ex autoridades junto a sus seguidores y evitarán una vez más llevar a juicio a los responsables del atraso del departamento.
EL domingo tres de diciembre, los líderes de oposición quisieron hacer creer que el nulo era el mejor camino, pero también ellos sabían que debían curarse en salud y apoyaron a los dos candidatos de mayor votación, además de hacer creer que el MAS participó de la contienda electoral y que ellos serían los que sufrirían las consecuencias de esta forma de elección, la única en el mundo que se desarrolla y que se muestrea de manera democrática.
Hoy una vez más el país pierde, y no por la forma de votación, no por la intención de un Gobierno que quiere democratizar la justicia, sino por las malas artes de una oposición que enraizó sus mañas en el Órgano más importante como es el de JUSTICIA por lo que sigue utilizando las viejas estructuras para evitar pagar los daños del atraso y el poco desarrollo que tuvo nuestro país.