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Sánchez Berzaín acusa a Mesa de traidor y sedicioso


El exministro Carlos Sánchez Berzaín (1993-1997 y 2002-2003), procesado en Bolivia por genocidio y autoexiliado en Estados Unidos hace 17 años, calificó de "traidor" al expresidente Carlos Mesa (2003-2005) y lo acusó, además, de sedición contra el entonces mandatario ultraliberal y jefe suyo, Gonzalo Sánchez de Lozada. En entrevista concedida al diario El Deber, de Santa Cruz, publicada este lunes, Sánchez Berzaín (también conocido por su remoquete, 'El Zorro'), que enfrenta juicios en Bolivia por ordenar, en su calidad de ministro de Defensa en 2003, abrir fuego contra pobladores de la entonces convulsa localidad de Sorata (a 143 km de La Paz) y su vecina de Warisata, en setiembre de 2003, arremetió también contra el ahora presidente Evo Morales, al que asoció a Mesa durante el episodio insurreccional que derivó en la caída de Sánchez de Lozada. "Son cómplices", acusó sin esgrimir pruebas, en "la conspiración y la sedición lideradas por Evo Morales, la violencia premeditada, desatada por esa conspiración con intervención extranjera, la traición de Carlos Mesa para convertirse en presidente y el engaño del que fue víctima el pueblo boliviano". En su calidad de vicepresidente, Mesa sucedió constitucionalmente al dimitente Sánchez de Lozada en la primera magistratura del país. Lo mismo que Sánchez de Lozada, responsabilizado por la matanza, a manos de la fuerza pública, de 64 bolivianos inermes opuestos en las calles a la decisión del gobierno ultraliberal de entonces de exportar a mercados norteamericanos gas natural por y para Chile, Sánchez Berzaín es acusado de ordenar ahogar en sangre la insurrección popular de octubre de 2003, que zanjó con la huida de ambos a Estados Unidos. En declaraciones escritas a El Deber, el exministro, ahora vinculado a círculos del oficialista Partido Republicano, del presidente estadounidense Donald Trump, argumentó que la decisión de reprimir, a bala, la pueblada en la ciudad boliviano de El Alto y en Sorata, además de una zona semirural en el sur de la ciudad de La Paz, fue una decisión colectiva. "Integré un gobierno democrático que actuó en el marco del estado de derecho y de la ley. Las decisiones están todas documentadas y son institucionales. Ningún miembro del Gobierno tomaba decisiones personales. Se ha tejido una historia negra sobre instrucciones y hechos que nunca existieron y que si se examinan son diferentes", esgrimió. Sánchez Berzaín, que desde su autoexilio en Estados Unidos apostrofa al gobierno de izquierdas de Bolivia, viene de reunirse con el secretario general de la Organización de Estados Americanos, el uruguayo Luis Almagro, denunciado por La Paz por su posición política de "ministro de colonias de Washington". Sánchez Berzaín admitió, siempre de acuerdo con sus declaraciones a El Deber, que mantiene contactos con la oposición de derechas de Bolivia. "Soy un político, un estadista en el exilio y claro que tengo contacto con muchos políticos bolivianos, de toda la región y de todas partes del mundo", afirmó. El analista Carlos Cordero dijo que la presencia de Sánchez Berzaín en la política criolla "es irritante" y contraviene el espíritu de la oposición a Morales. Sánchez Berzaín urgió a la oposición boliviana de derechas a unirse para enfrentar a Morales en la arena de la política criolla. Cc/ ABI


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