Trinidad celebró el año nuevo andino amazónico
Con el Proceso de Cambio se revalorizan conceptos y vivencias propias de las culturas ancestrales, el legado de abuelas y abuelos ya no queda en el ingrato manto del olvido, y se recuperan cosmovisiones auténticas.
El solsticio de invierno es una de esas tradiciones, que no solamente tienen identidad de pueblos del occidente. El 21 de junio es ya patrimonio nacional y tiene connotaciones festivas en todo el territorio nacional. Se aguardan los primeros rayos del sol para cargarse de energía, y dar gracias a la madre tierra por los frutos recibidos.
El Gobernador también estuvo presente en la ceremonia de tributo a la tierra y al sol, combatiendo el frío de la primera madrugada de invierno; calentándose con una fogata y participando de todo un ritual de agradecimiento y petición por el año nuevo andino-amazónico. Tal como sucedía en las culturas originarias, antes de la conquista española.
“Recibiendo al año 5.525 y escuchando las enseñanzas de quienes forman parte del cabildo Indigenal. Rememorando a los abuelos, que entregaban la primera cosecha al fuego. Los tatas nos enseñaron que el primer racimo de plátano, las primeras espigas de maíz deben ser entregadas como ofrenda al fuego, para que se alimente la madre tierra” manifestó Ferrier.