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Ministro de la Presidencia: La gran proeza en estos 10 años es la nacionalización de las FFAA


Durante la presentación del libro "Soldados y ciudadanos. Un estudio crítico sobre el servicio militar obligatorio en Bolivia", dijo su autor, Juan Ramón Quintana: "La gran proeza, la gran transformación lograda en estos últimos diez años es la nacionalización de nuestras Fuerzas Armadas. De eso debemos sentirnos orgullosos todos los bolivianos”.

“Ahora las FFAA están sometidas al Estado, defienden nuestra soberanía, están sometidas a nuestras organizaciones sociales y al servicio a su pueblo con convicción patriótica”, afirmó el Ministro de la Presidencia en el acto de presentación de dicho texto que se realizó en el auditorio del Banco Central de Bolivia.

La autoridad agregó, que en estos 10 años de Gobierno administrado por el presidente Evo Morales lo que se ha hecho es devolver las FFAA al pueblo boliviano, “y le deben obediencia al pueblo boliviano y a ningún sargento o a la embajada de EEUU”.

Según su explicación, este texto plantea una reflexión sobre el Estado, que utiliza el servicio militar como pretexto para explicar su naturaleza, porque si las Fuerzas Armadas en la concepción teórica, es la burocracia armada, por tanto un pilar fundamental del Estado, su núcleo es el servicio militar obligatorio, que “Es como la partera institucional de las FFAA”.

Reflexiona a la actividad castrense, sobre la construcción de ciudadanía y como escuela de la formación cívica, cuestiona el mito de la construcción ciudadana desde el Ejército, es decir, esta investigación explica desde el servicio militar la cuestión de la democracia.

Asimismo, dijo, pone en tensión tres dimensiones: las FFAA, la constitución de éstas y nos ayuda a entender de qué modelo de construcción cívica ciudadana y de qué proyecto de democracia se habla.

De esa manera el titular de la Presidencia hizo una retrospección del servicio militar y dijo que éste se trata de una institución para el estado republicano, que a la vez fue muy controvertida.

“El ejército nació con un servicio militar caótico y desordenado, como producto de 15 años de guerra de liberación, por la independencia. Un tipo de reclutamiento que no necesariamente planteaba la universalidad”, explicó.

Durante el siglo XIX la tensión más fuerte que se produjo respecto al Estado y el mundo indígena pasaba por el sistema de reclutamiento y el servicio militar.

Se hizo muchos esfuerzos para incorporar a los indígenas al Ejército, en el siglo XIX había mucha resistencia de las comunidades indígenas a participar en el área castrense, no porque no sean patriotas, sino porque los indígenas tenían demasiadas cargas que les impuso el Estado republicano como el pago del tributo, entonces apuntaba a aquella población que vivía en los márgenes de la ciudadanía especialmente artesanos.

Explicó que el libro, pone en cuestión el mito del Ejército como construcción de la nación desde la perspectiva de la ciudadanía, no sólo por su subordinación al poder político, sino porque esta concepción que se tiene de orden, disciplina y educación, destruye la noción de ciudadano.

El cuartel se convierte en una maquinaria de violencia. El régimen disciplinario es un sistema de opresión violento de ese ser humano que entra al cuartel pensando que entra a servir a la patria pero desafortunadamente termina siendo despojado de su identidad, de sus valores, de su idioma. La educación militar contrasta con la de educación ciudadana.

Señaló que durante las dictaduras militares, ese ejército reclutaba a los soldados no para defender a la patria, sino para contener al enemigo comunista identificado en el obrero, indígena, campesino, entonces nuevamente surge esta concepción civilizatoria que ve en las FFAA un instrumento para contener al comunismo.

“En ese contexto el servicio militar es funcional al dominio imperial, es tan funcional que las FFAA se convierten en un operador de la acción cívica, de una lucha que no tiene nada que ver con el país, ni con las fronteras bolivianas”, señaló.

Una de las características, sostuvo, es que durante el neoliberalismo las FFAA fueron también penetradas por la doctrina norteamericana tanto que incluso había reglamentos en inglés desde la perspectiva norteamericana que incluso lo vivió cuando Quintana era militar.

Esta penetración, señaló, se mantuvo durante el neoliberalismo, donde los militares terminaron enfrentados a sus padres, hermanos, hijos, ese es el resultado de no tener fuerzas armadas nacionales, estatales.

Quintana previamente dijo que, “Este libro es una nueva edición y que lo escribió hace 20 años cuando se le encomendó una investigación que le hizo incluso acreedor de un premio”.

El texto en esta ocasión fue impreso por el Ministerio de Trabajo. Su titular, Gonzalo Trigoso, hizo un comentario sobre éste y también rememoró el camino que marcharon las Fuerzas Armadas como cuando en la época de los 70 se tenía el concepto de que el Ejército tenía como enemigo interno al comunismo y a otros movimientos que emergieron durante esa época y que alejaron a los militares de su pueblo.

El acto, al que asistieron al menos unas 600 personas, gran parte de ellos militares invitados, inició con un homenaje, por parte del Ministro de Trabajo, al ejército boliviano en la Guerra del Chaco cuando los bolivianos defendieron el fortín Boquerón con 600 soldados y 39 jefes y oficiales de la invasión paraguaya. La resistencia fue desde el 9 hasta el 29 de septiembre de 1932.

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