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Agosto registra 724 focos de calor en Pando


Los datos producidos por el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil (INPE), a través del Centro de Pronóstico del Tiempo y Estudios Climáticos (CPTEC), muestran un incremento de los focos de calor en relación a los años anteriores en la región trinacional MAP que incluye a los países de Perú (Madre de Dios), Brasil (Acre) y Bolivia (Pando).

Las últimas dos sequías graves ocurrieron en los años 2005 y 2010 y las pérdidas fueron cuantiosas. La información recabada hasta hoy señala que este 2016 las consecuencias serían mucho mayores.

En Pando disminuyeron los focos de calor la semana de 14 al 31 de agosto respecto a la primera semana del mes. Esto se dio principalmente por las ligeras lluvias y los vientos fríos del sur que llegaron a la región.

Sin embargo, la cantidad de focos de calor siguen siendo mayores que las registradas el año pasado en el mismo período.

Según el Comandante de la Unidad Operativa de Bomberos “Los incendios y focos de calor se reportan varias veces al día, lo seco de la hierba y la falta de conciencia de la gente es la raíz del incremento de casos” informo mientras apagaba un incendio que se suscitó en terrenos colindantes a la Unidad Educativa Vaca Diez

Este 2016 los países del bioma andino-amazónico podrían experimentar una de las sequías más severas de los últimos diez años, según información satelital y el monitoreo continúo realizado por un grupo de expertos.

Una medición reciente proporcionada por Foster Brown, científico de la Woods Hole Research Center y profesor de postgrado de la Universidad Federal de Acre (Brasil), puede darnos una pista de la seriedad del problema. Si se comparan los focos de calor captados por los satélites en la región MAP entre el 8 y 14 de agosto de 2016 con los mismos datos registrados en el 2015, se puede concluir que existe un incremento significativo este año: en Acre (Brasil) se registraron 1420 focos de calor, es decir, 6 veces más que en el 2015; en Pando (Bolivia) 181 focos de calor, cuatro veces más que el año anterior; en Tahuamanu (Perú) 60 focos de calor, 20 veces más; y en Tambopata (Perú) 177 focos de calor, casi 30 veces más.

Brown además analiza estas mediciones en relación a las últimas dos sequías severas y advierte que “los focos acumulativos de calor a principios de agosto de 2016 fueron más altos que los períodos equivalentes en 2005 y 2010 en Madre de Dios, Acre y Pando”.

Las consecuencias de las sequías no están solamente relacionadas con el desabastecimiento de agua, sino con el peligro de que las quemas agropecuarias se salgan de control y se conviertan en incendios forestales. Ernesto Ráez, ecólogo tropical y miembro de la Fundación Pronaturaleza, explica con más detalle esta amenaza: “En años de sequía extrema como fue el año 2005, 2010 y como está siendo este año, el bosque se seca tanto que también se hace combustible, entonces el riesgo de que las quemas que escapan de control entren al bosque y se conviertan en un incendio forestal, incrementa tremendamente”.

Los focos de calor a principios de agosto de 2016 fueron más altos que los períodos equivalentes en 2005 y 2010.

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