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EL sargento Suárez es el último ex combatiente beniano de la Guerra del Chaco

  • Foto del escritor: pridecompridecom
    pridecompridecom
  • 9 abr 2017
  • 6 Min. de lectura

El sargento Enrique Suarez Dicker, según consta en su libreta militar de desmovilización, se presentó un 4 de abril de 1934 e ingreso en zona de operaciones el 2 de mayo de ese mismo año en el regimiento Riosinho, permaneció 36 meses antes de su desmovilización el 21 de diciembre de 1936. Don Enrique es el último ex combatiente beniano, todavía con vida, y en los próximos días recibirá una alta condecoración, por su servicio a la patria, y por la defensa de una de las riquezas más importantes que tiene el pueblo boliviano como es el petróleo.

Tiene la mirada perdida, pero intenta reconocer el lugar en el que se encuentra y trata de ver quienes están a su alrededor, su esposa, maría, comenta que la hoja de coca le ayuda mucho para mantenerse bien, el médico indica que tiene la fortaleza de un roble, pero a sus 99 años y con el pasar del tiempo, Enrique Suárez Dicken, el último ex combatiente, beniano, de la guerra del Chaco, despierta, se alimenta y vuelve a dormir, no sin antes pedir algo dulce y recordar algunos pasajes de la guerra.

Lo encontramos descansando en su cama, que tiene un colchón de aire y que ahora y gracias al apoyo de las autoridades nacionales, tiene un colchón de agua como le recomendó el médico.

“Entré al ejército a mis 14 años y a los 15 ya estaba listo para la guerra, me aliste en el regimiento Riosinho y de ahí nos llevaron a Santa Cruz y posteriormente al campo de batalla”, explica cuando el médico, que hace de interlocutor le pregunta al oído.

No quiere hablar mucho, pero al ver la grabadora cerca de su rostro, trata de agarrar, e intenta hablar nuevamente, “va a disculpar, soy sordo”, nos dice, pero inmediatamente habla de la guerra y reitera como fue llevado a la guerra.

Entre sus recuerdos está el más duro, cuando en un enfrentamiento, y después de la batalla, vio que un soldado paraguayo se hizo al muerto, pero al menor descuido de los bolivianos se levantó y se montó en un caballo y trató de huir, momento en el que recibió la orden de apuntar y disparar, por lo que vio al efectivo caer herido de muerte.

Según su relato, se acercó junto a sus compañeros y vio que se trataba de un jovencito que al igual que él no pasaba de los 15 años.

Su esposa, María Bernal nos comenta que se alistó al ejército junto a su padre y los dos fueron a defender el petróleo, que hoy es uno de los sustentos de la economía boliviana.

“Tiene muchos recuerdos, y hay que estar a su lado para escucharlo y saber lo que quiere, a mí me contó que en la guerra se sufre mucho, me dijo que vio morir a muchas personas, pero que volvió tranquilo, porque su papá también retornó de la guerra, porque era lo que más quería, que su papá no se muera en la guerra”, indica.

María cuenta que a sus 18 años de edad fue conquistado por Enrique y se casaron, “Él tenía 46, (ríe) soy su segunda esposa, pero él se casó conmigo después de estar dos años separados de su primera mujer, con ella tuvo dos hijos y conmigo una”.

“Sus hijos son buenos, el mayor vive en la Argentina, siempre quiso llevárselo para allá, pero él no quería, decía para que voy a ir, me puedo morir, además esta es mi tierra y aquí estoy feliz, nunca quiso moverse de Riberalta”, relata.

El otro hijo vive en Santa Cruz, y en Riberalta vive ella junto a su hija y su nieta, que es quien cuida de su abuelito.

María habla con mucha nostalgia, y esperando que el sargento Enrique Suárez, su sargento, pueda estar bien y los acompañe por un tiempo más.

La nieta, prefiere no hablar y se dedica a atender a don enrique que requiere muchos cuidados.

En tanto María que cuenta con 71 años, nos cuenta que después de la guerra Enrique, se dedicó al comercio.

“Aquí habían cinco tiendas grandes, de donde el sacaba productos y salía a los pueblitos cercanos a vender”, nos dice.

“Él era mecánico, pero en su carretón se iba a los pueblos a vender, aparte le servía para encontrarse con sus amigos y charlar, pero más era para que sus compañeros de guerra estaban vivos, por que llegaba y nos decía, quien se había muerto o con quienes se encontraba”, acota.

Viven en una casa precaria con tres cuartos acondicionados, una sirve como sala y dormitorio para la hija Alida Suárez, la otra es el dormitorio de don Enrique y tienen una más amplia que sirve de cocina y comedor.

En estos últimos días y ante la viralización de que es el último ex combatiente de la Guerra del Chaco, muchas personas llegaron hasta su hogar.

El sargento Enrique Suarez Dicker, según consta en su libreta militar de desmovilización, se presentó un 4 de abril de 1934 e ingreso en zona de operaciones el 2 de mayo de ese mismo año en el regimiento Riosinho, permaneció 36 meses antes de su desmovilización el 21 de diciembre de 1936.

En la última página de su libreta militar, en forma manuscrita se puede leer la última dotación que recibió para retornar a su hogar “Recibió traje civil un par de zapatos y una gorra”.

Enrique Suárez recibirá honores del Presidente Evo

EL sargento Enrique Suárez Dicker recibió una emotiva visita por parte del ministro de la Presidencia Juan Ramón Quintana, el mismo que inspeccionó los cuidados médicos que se le realizan y la dotación de mobiliario (camas de agua terapéuticas entre otros equipos) por parte de ADEMAF, además de comprometer mejoras en la vivienda del benemérito, un médico y una enfermera de cabecera para su cuidado permanente.

El amor por su patria motivó a Enrique Suárez y a un puñado considerable de benianos a internarse por la espesa selva, desde el norte amazónico, hasta llegar a las áridas tierras del sur boliviano para defender el territorio nacional, allá por los años de 1932 a 1935, durante la campaña por evitar el cercenamiento de la zona del Chaco boliviano, una guerra fomentada por los intereses petroleros transnacionales y promovido por potencias extranjeras que obligaron a Paraguay y Bolivia, dos países hermanos, a entrar en la contienda bélica más sangrienta de Sudamérica en el siglo XX.

“Han recorrido más de 2.000 kilómetros para ir a defender el petróleo boliviano y gracias a eso los bolivianos hoy día estamos viviendo, estamos distribuyendo la riqueza del petróleo, del gas. Es gracias a él, gracias a ellos, a los combatientes que ofrecieron sus vidas con patriotismo”, dijo el Ministro en su visita a este soldado.

Suárez Dicker nació en Cachuela Esperanza en 1917 y se enroló al ejército boliviano cuando apenas tenía 15 años. Junto a muchos jóvenes de las distintas poblaciones de la amazonia marchó con heroísmo para dejarnos como legado el recordatorio permanente que gracias a la sangre derramada de miles de jóvenes de todo el país Bolivia goza del petróleo y gas, hoy nacionalizados, el principal sustento de la economía y el desarrollo de Bolivia en la actualidad.

A pesar de sus 99 años, el Sargento ex combatiente Enrique Suárez continúa siendo un ejemplo de patriotismo y civismo; con su uniforme militar, en silla de ruedas y al son de la banda de música que interpretaba a el tema “Boquerón abandonado participó del sagrado saludo a la bandera y pasó posteriormente revista a una columna de soldados pertenecientes al Regimiento de Satinadores CIOS (Centro de Instrucciones y Operaciones en la Selva) que acompañaron la visita de homenaje por parte del Ministro de la Presidencia.

Quintana anunció que junto con la Gobernación del Beni y la alcaldía de Riberalta, se le rendirá un homenaje con la presencia del primer mandatario del Estado Plurinacional.

“Después del 22 de enero vamos a venir a rendirle homenaje para que los niños, los chicos sigan el ejemplo de este gran hombre, de este patriota, lo único que hay que hacer es seguir los pasos de quien ha defendido los recursos naturales, que ha dado su vida por la patria. Hoy día está postrado en condiciones de pobreza, eso tiene que sentir todo el pueblo boliviano”, sostuvo Quintana, quien a su vez le confesó a Suárez que el presidente Evo Morales está muy interesado en visitarlo y rendirle todos los honores.

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